Los regalos escondidos en la vida de los padres

Los regalos escondidos en la vida de los padres

Es un regalo envuelto a veces con un papel un poco feo. No vamos a negarlo: no siempre es atractivo a primera vista. A veces viene en forma de trona-sucísima-por-cuarta-vez-hoy. Otra vez en forma de niño que se te agarra a la pierna mientras cocinas porque quiere cotillear qué haces, o simplemente está cansado. Otra en forma de zapato que se ha desatado por sexta vez en el paseo de la tarde. Otra en forma de «¿Sacamos las ranas saltarinas del bote y hacemos una última competición?» justo antes de tenerlo que llevar a lavarse los dientes, rezar y dormir. Sacrificio tras sacrificio. Una y otra vez.

Las ocasiones son muchas. El regalo difícilmente se entrevé.

Y sin embargo, está.

Hagamos forward hacia el futuro y hablemos con tu yo de dentro de… 30 años.

¿Qué crees que te diría? ¿Quizá algo así?

«Daría lo que fuera por poder volver a tener a mis hijos en brazos. Por disfrutarlos de ellos de nuevo, así de pequeños, de puros y preciosos por dentro y por fuera. Por disfrutar de su inocencia. Por poder sentarme un rato a jugar con ellos. Un día, una hora, un minuto, lo que fuera…».

¿Sí, verdad?

Y es que el tiempo no vuelve atrás nunca. Ellos no dejan de crecer y de ser más independientes. Habrá una última vez que te pedirán subirse en brazos para ver qué cocinas para la cena. Las veces que tendrás que limpiar su trona están contadas, no son eternas. Esa partida a las ranas saltarinas no puede esperar, porque no habrá otra igual, no se podrá repetir.

Pero hay más. Ese sacrificio extra de hoy no pasa inadvertido. Hay Alguien a quien no se le pasa NADA de lo que haces. Esas mañanas en las que te has levantado antes para poder hacer todo lo que no pudiste terminar la noche anterior cuentan. Todos los gestos de amor, de entrega, todos los minutos y horas perdidos sin ninguna recompensa aparente son observados y apreciados por Quien más importa.

Así que, al final de cuentas, el regalo es para ti. Y es un regalo inmenso, infinito. Un regalo de eternidad.

También te puede gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *