Como algunos de vosotros sabéis, llevamos tres semanas de aislamiento por el coronavirus en mi zona, por lo que hay gente que me ha pedido un post con ideas prácticas para organizaros los días y poder intentar «llegar a todo». Aquí va mi humilde intento.
Sólo dos cosas antes de empezar. En primer lugar no soy psicóloga, psicopedagoga ni profesora. Soy solamente madre. Por lo tanto, mis ideas se basan en mi experiencia personal y puedo estar perfectamente equivocada pedagógicamente hablando. Lo acepto. En segundo lugar, mis hijos tienen 4, 2 y 1, y por tanto mis sugerencias son aplicables a niños pequeños. No entiendo de adolescentes todavía… Si hay madres o padres por aquí con más experiencia os invito encarecidamente a que dejéis un comentario en este artículo y podáis ayudar a otros que puedan necesitarlo.
Ahora, ¡vamos a ello!
Lo primero que os pido es que leáis mi anterior artículo sobre el aislamiento por coronavirus. Es importante afrontar este tiempo con el espíritu justo, viviéndolo como una oportunidad en muchos sentidos. Teniendo claro que el objetivo es DAR FRUTO a todos los niveles. ¡No os lo perdáis! Un tiempo fructífero para tus hijos, que les sirva para aprender en muchos sentidos. También aprender aún más de lo que significa tener paciencia y colaborar en familia. Y también un tiempo para aprender de vosotros, padres. Es vuestra oportunidad para ser un MODELO en tiempos difíciles. Para demostrar vuestra tolerancia a la frustración, vuestra templanza. Y sobre todo, vuestra alegría. Si al final son capaces de recordar dos meses de encierro con dos padres alegres, será una lección de por vida.
Adelante. Lo primero que necesitáis, lo más fundamental, es CAMBIAR. Cambiad vosotros.
- En primer lugar el lenguaje interno que tenéis respecto a este tiempo. Frases del tipo «Me corto las venas», «Me tiro por la ventana», etcétera, amigos, no os sirven de nada. Pueden ser graciosas, pero no os ayudan mentalmente a afrontar lo que os espera con buen ánimo. Desterradlas. Probad a pensar en tiempo de calidad, en una oportunidad de estar juntos y hacer cosas para las que nunca hay tiempo. Pero también un tiempo de prueba para vosotros mismos, para ir más allá de vuestros límites y alimentar vuestra resiliencia.
- En segundo lugar, cambiad vuestras expectativas. Lo dije en el anterior artículo y lo repito en este. No es tiempo de hacer grandes cosas para la casa: olvidaos de la limpieza general, organizar el garaje o los trasteros, la limpieza de armarios y proyectos varios. No tendréis tiempo ni la soledad o la concentración que puedan requerir. Si lo intentáis acabaréis enfadados y frustrados. Es sabiduría dejarlo para otro momento.
- En tercer lugar, encontrad tiempo para rezar por la mañana o por la noche. O ambas. Os dará la gasolina necesaria para afrontar días muy repetitivos y que pondrán a prueba vuestra paciencia y vuestra resistencia física y mental más aún de lo normal.
- Sed indulgentes con vosotros mismos. No todos los días conseguiréis hacer todo como lo habíais planeado. No pasa nada. Lo importante es valorar lo conseguido y volverse a levantar al día siguiente con el propósito de hacerlo bien.
Sin estos cambios interiores, es absurdo organizarse para el resto de cosas de las que os hablaré ahora. Si no tenéis una buena actitud, poco importa el resto.
Ahora el siguiente punto. Organízate mentalmente. Te doy algunas indicaciones:
- ¿Cuántos hijos tienes? ¿Puedes agrupar las actividades de algunos por edades? ¿Qué tipo de actividades tienes que estar con ellos y en cuáles no es necesario? Para las que requieren tu presencia, mentalízate en positivo: aprovechar para hablar, divertirte un poco y no pensar en el encierro, y sobre todo, para crear tiempo de calidad con ellos.
- ¿Cómo puedes organizar la mañana? ¿A qué hora máximo los quieres desayunados y vestidos para que puedan hacer algo útil y llegar a la hora de la comida con hambre y algo cansados también para tener una actividad después de comer de bajo tono?
- ¿Qué horas necesitas «libres» para realizar actividades que no pueden ser pospuestas? Por ejemplo, a las 10.15-10.30 necesito siempre tener a mis hijas ocupadas para poder dar de comer al pequeño. ¿Qué pueden hacer a esas horas los demás? Para los que tendréis que trabajar desde casa: ¿cómo podéis organizaros para tener algunos tiempos libres para el trabajo sin que la casa sea un desastre total?
- ¿Qué objetivos puedo tener a nivel familiar, pero también por cada hijo? ¿Que sería conveniente que aprendieran aprovechando este tiempo en casa? Por ejemplo, yo quería que se implicaran más en las tareas del hogar y también instaurar una pequeña oración de consagración fija por las mañanas. Eran dos ideas que tenía desde hacía mucho tiempo y, quién me lo iba a decir, lo he conseguido durante este aislamiento.
- Piensa en un sistema de organización que funcione para tu familia y tus hijos. Yo al principio pensé en un horario, tengo mentalmente establecidos los bloques de trabajo y descanso y me funcionaba muy bien. Pero al final quise ir más allá y busqué que, en cierto sentido, ellas también tuvieran sus objetivos. Así que puse en un folio las actividades diarias que tenían que hacer fijas para poder llegar a las 12 con derecho a relajarse viendo Mickey Mouse. Les encanta lo de poner la equis a lo que ya han hecho y les da un sentido del deber que no me esperaba ni yo.
- Créate un menú semanal que te facilite la vida. Aprovecha a vaciar el congelador, esa cosa que siempre dejamos a medias por fin tendrá en ese tiempo su momento.
- Establece los mínimos indispensables de limpieza y atente a ellos. El resto puede esperar. Involucra a tus hijos en la medida de lo posible.
Otro punto. Hazte con todo lo que necesitas. Ejemplos:
- Material para manualidades de todo tipo: cartones y hojas de colores, pegamentos, libros para colorear y de pegatinas. Yo he comprado aparte un set de tijeras que hacen cortes diferentes y de troqueladoras/perforadoras con formas. También acuarelas, folios blancos, plastilina, un set para hacer pulseras y collares. Mientras tanto voy guardando todos los rollos de cartón del papel higiénico que van sobrando (¡que son muchos en este tiempo!) y las cajas que puedan ser interesantes para algo, aunque aún no sepa qué.
- Libros: las bibliotecas están a punto de cerrar. Hazte con todos los libros que puedas antes de que eso ocurra.
- Comida especial: comiendo tantas veces juntos, un par de días a la semana hacemos alguna cosa «especial» que sabemos que a las pequeñas le gustará. Pizza, piadinas, nuggets… Vosotros sabréis qué podría funcionar. Quizás sería un buen momento para instaurar una tradición chula para el domingo por la noche (nosotros tenemos la noche de pizza semanal siempre los domingos, para terminar bien la semana).
- Alimentos: llegará un momento en el que las secciones de frescos estarán desvalijadas, si es que no lo están ya. La fruta es de lo más difícil de encontrar, aunque no sólo. Ten buenas provisiones de verduras congeladas para ir tirando, y si a tus hijos les gustan los batidos de fruta sería una idea interesante comprarla también y dejarla preparada y cortada en el congelador. Lo mismo para el pollo y el pescado.
- Compra lo que tengas que comprar antes de que sea tarde. Muchas cosas se agotarán en Amazon. ¡Cómpralas ahora!
Último punto con ideas varias y últimas reflexiones:
- Actividades juntos: una receta diaria es ya obligada. Me las llevo conmigo para la parte de la comida que considere más factible y algo aprenden. Además alguna tarde mi marido ha hecho con ellas galletas, masa para bizcocho, pasta hecha en casa, etcétera.
- Organiza llamadas por skype o con el vídeo de Whatsapp con familiares y amigos. Aunque ahora no te parezca posible, llegará un punto en el que ya no les veréis durante algunas semanas. Acostúmbrate a esa vida social y no la pierdas. Aunque sólo sea para cambiar de actividad y hablar con otras personas, te vendrá bien a ti y también a ellos.
- Abre el balcón para que tus hijos realicen alguna actividad «fuera» y les pueda dar un poco el aire. Elige la hora a la que dé el sol y prueba a hacer acuarelas fuera o carreras con los coches.
- Encuentra un tiempo para ti (quizá después de comer) para desconectar y relajarte cada día. Depende de dónde vivas también podrías dar un paseo solo hacia las afueras, sin tener contacto con nadie.
- Acepta algo esencial: cada hijo en sí mismo será muchas veces un obstáculo para lo que tienes en mente hacer y otras tantas una ventaja. No hay mañana y tarde que no lo piense.
- Deja espacio a la improvisación: hoy mismo no hemos seguido mi horario habitual porque a las 10 estaba jugando con mis tres hijos a la pelota y estaban todos contentos. ¡Esa oportunidad no iba a desaprovecharla!
3 comments
Sara, gracias por éste post, también por el anterior y por los videos. Son muy útiles!
Quería preguntarte qué evolución ha habido allí sobre el acopio de alimentos y productos de primera necesidad, y el mantenimiento de los mismos a lo largo de las semanas de encierro. Esto es algo que me preocupa, debido a la histeria colectiva que estamos viviendo en España y porque somos 6 en casa.
Un abrazo fuerte desde Pamplona!
Muchas gracias Sarita!! Sorpresa que me encuentro con este post y no sabes la alegría que me ha dado leerte!! Ya estamos igual en España, aquí también cerrados 15 días, sólo farmacias y alimentación!! Ni siquiera podemos conseguir folios de colores..cerraron de la noche a la mañ….al Sr Sánchez le entró la prisa, cd lo tenia que haber hecho antes y dándonos tregua d 24 horas al menos…!! Gracias por todos tus recursos, inventando y creando..así estamos…os mando un abrazo enorme a los 5 desde Zamora!!
Hola Esther! Pues aquí tanto en el primer momento cuando explotó todo como en el momento en que anunciaron el aislamiento es cierto que hubo mucho desabastecimiento durante días. Pero después no ha habido ningún problema, la distribución sigue adelante. De todos modos, aconsejando salir solo una vez a la semana a comprar, te aconsejo que compres en grandes cantidades. Y con mayor razón si sois seis. Un abrazo y a por todas!