Una recomendación educativa y una receta para niños

Dos al precio de uno, que la crisis sigue apremiando. ¡Todo sea por nuestros niños!

Empecemos por la recomendación: después del sensory board del que ya os hablé hace tiempo, ahora os aconsejo también la torre de aprendizaje Montessori. La recomendaría una y mil veces. No digo que la usamos todos los días, pero casi casi. Nosotros compramos ésta (me vais a perdonar, pero para el tema de los acentos soy muy old style) de segunda mano, aunque hay muchas otras para elegir, y algunas incluso Do It Yourself customizando este taburete de Ikea.  Pero también os digo una cosa: basándome en mi experiencia, no recomendaría las otras. Ésta torre es la única con forma de cubo, es decir, cubierta en todos sus ángulos.Las demás tienen siempre barras de protección laterales, no paredes de protección laterales. Y, a mi modesto entender, un cubo total evita de que el niño pueda resbalar y caer (¿O acaso mi hija es la única capaz de tropezarse en suelo llano sin ningún objeto alrededor? ¡Decídme que no!), golpeándose el mentón o quién sabe qué en su caída. Lo dicho: aunque yo la compré de segunda mano, vista su calidad y robustez la compraría también nueva, incluso costando lo que cuesta.

Nuestra hija la mayor ha pasado ahí horas viendo cómo cocinábamos, haciendo sus primeros pinitos en la cocina ella también, observando algunos proyectos de bricolaje de mi marido, jugando dentro ella sola… En definitiva, le encanta y ella misma pide subir (salvo la primera vez que la pusimos, que estaba horrorizada, lo reconozco).

Sobra decirlo: no es un post patrocinado, nadie nos paga. ¡Aún no somos tan importantes…!

 

¡Y ahora va la receta! Fue muy divertido prepararla con nuestra hija porque lleva mucho tiempo aficionada (se podría decir también obsesionada) con la plastilina y los moldes, así que nos pareció que era una actividad muy parecida que, además, reportaba enormes beneficios… Esto es, que luego nos podíamos comer el fruto de su trabajo, vaya 🙂 En nuestra casa cocinar juntos es algo que nos encanta, pero intentamos (no siempre es posible) que ella pueda colaborar y divertirse aprendiendo. Y si encima se la come, como en el caso del helado o de las batatas con guacamole, mucho mejor.

Aquí os dejo la receta, como siempre de mi marido, que es el cocinillas de la casa:

INGREDIENTES: 
La ralladura de un limón biológico
130 gr. de azúcar
300 gr. de harina
2 huevos
150 gr. de mantequilla fría
Medio sobre de levadura

INSTRUCCIONES:
– Triturar la ralladura de limón junto con el azúcar.
– Unir la harina, los huevos, la mantequilla en trozos y la levadura.
– Compactar con las manos, envolver en film transparente y dejar la masa resultante en el frigorífico durante una hora.
– Después cortar las pastas con ayuda de los moldes y hornear a 180º durante 20-30 minutos.

Receta de pastas de mantequilla para niños. Usando los moldes. Receta de pastas de mantequilla para niños. Usando el rodillo.

Receta de pastas de mantequilla para niños. Usando el rodillo. Receta de pastas de mantequilla para niños. El resultado. Receta de pastas de mantequilla para niños. El resultado.

¡Espero que tanto hacerlas como comerlas os encante tanto como a nosotros!

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2 comments

    1. ¡Ay que se me había olvidado subir las fotos! Acabo de editar el post: ahí están! Qué cabeza la mía, gracias por recordármelo!

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