Paula decidió dejar de trabajar cuando se casó. Esta determinación, que tomó junto a su marido, no ha estado exenta de críticas y opiniones no pedidas. Hoy en día renunciar a una carrera brillante para dedicarse a la familia no parece una opción, pero esta decisión es todavía más controvertida cuando no se tienen hijos. En este artículo, Paula nos cuenta en primera persona qué les llevó a tomar este camino y cómo su disponibilidad no solo ha sido una bendición para su propio matrimonio sino también para todas las personas que tienen cerca.